ANTECEDENTES
Para saber de dónde viene toda la polémica en la que estos dos escritores se enzarzaron a mediados de mayo de 2011, recomiendo la lectura del post dedicado al libro de Hitchens, "Amor, Pobreza y Guerra", en concreto el apartado dedicado a las polémicas con Chomsky. Más allá de las dos formas antitéticas de ver el mundo que tienen estos escritores (uno anti-imperialista y de izquierdas, y el otro ex-izquierdista y partidario de George W. Bush y sus guerras), hay una polémica concreta en torno a un bombardeo de EEUU sobre Sudán, y sobre la oportunidad y acierto de compararlo con el 11-S. Chomsky escribió que en "términos de números de víctimas" fue peor que el 11-S, y Hitchens lo acusó de decir que en general había sido un crimen peor que el 11-S, y de usar equivalencias morales para disculpar a los terroristas. Eso fue hace 10 años y han vuelto otra vez sobre lo mismo.
Subsiguientes intercambios de opinión (en inglés) entre Chomsky y Hitchens (dos en castellano.)
Breve contestación de Chomsky en una conferencia (vídeo)
DIEZ AÑOS DESPUÉS
Con ocasión de la muerte de Bin Laden, Chomsky volvió a comparar los crímenes de EEUU, en esta ocasión con los de Bin Laden, y dijo que los de Bush excedían con creces a los del recientemente ejecutado. Ante esto, Hitchens le vuelve a acusar de establecer "equivalencias morales", con la sola intención de esconder su odio por EEUU, retratando a su propio país como un asesino de tal calibre que cualquier crimen que se cometa contra él siempre es menor que los que su país comete contra los demás, es decir, disculpando tácitamente a los terroristas para poder seguir señalando a EEUU como merecedor de crímenes como los del 11-S. ¿Cuál es la respuesta de Chomsky? En principio el silencio, tan solo contestando a una pregunta del público en una conferencia dijo algo al respecto; que fue Hitchens y no él quien dijo que el bombardeo de Sudán fue peor que el 11-S. Es decir, le da Hitchens de su propia medicina, y le acusa de lo mismo que Hitchens le acusó a él.
Hitchens está esperando la cita de algún escrito propio, o una retractación en su defecto, pero Chomsky no ha vuelto a decir nada más sobre el tema, y tan solo nos queda su afirmación de que se trata de una cita. ¿Quién dice la verdad?
Hitchens está esperando la cita de algún escrito propio, o una retractación en su defecto, pero Chomsky no ha vuelto a decir nada más sobre el tema, y tan solo nos queda su afirmación de que se trata de una cita. ¿Quién dice la verdad?
LA ACUSACIÓN DE CHOMSKY
La confusión viene de las palabras exactas de Chomsky, que son "You can find it, I´ve quote it", es decir, "lo pueden encontrar, lo he citado". Pero no se refería a que la respuesta que acababa de dar, sino al hecho de que lo que acababa de decir lo había dicho con anterioridad, había escrito sobre ello con anterioridad y no era nada nuevo. Es algo que puede confundirse fácilmente; lo explicaré con unos ejemplos. Si yo declaro que el Papa dice que el abuso sexual de menores no es pecado, y a continuación digo; "Lo he citado", es probable que alguien piensen que el Papa ha dicho algo así como: "El abuso sexual de menores no es pecado". Sin embargo lo que he querido decir, es que he escrito con anterioridad sobre el tema defendiendo la idea de que el Papa, con sus acciones y sus silencios, respalda la idea de que el abuso sexual de menores no es pecado. Y esa idea es la que digo que cito textualmente, me estoy citando a mí mismo, una cita que se puede encontrar en alguno de mis textos anteriores.
¿Y qué idea es, en definitiva, la que Chomsky dice haber citado con anterioridad? La idea de que Hitchens "dijo" que el ataque sobre Sudán fue peor que el 11-S. Es sin duda atrevido escribir de manera que el verbo "decir" sea sinónimo del verbo "defender", "sostener" o "argumentar", aunque en el lenguaje hablado lo hacemos constantemente todos los días, que es como Chomsky respondía verbalmente a una pregunta del público. Solemos hacerlo cuando interpretamos disyuntivas de otros. Por ejemplo: cuando le dices al conductor "mi hermano dice que gires a la derecha", cuando en realidad mi hermano ha dicho que no gires a izquierda, o cuando dices "mi mujer dice que irá a la montaña" cuando en realidad tu mujer ha dicho que no irá a la playa. Si solo hay dos opciones, y esa es la premisa de Chomsky en este contexto, decir una cosa implica necesariamente la otra.
Esto mismo es lo que hace Chomsky. Él dice haber citado con anterioridad la acusación que acababa de lanzar contra Hitchens, a saber, que Hitchens había dicho que el bombardeo de Sudán era peor que el 11-S. Chomsky no estaba argumentando que Hitchens articulara esa frase exactamente de esa manera, sino que él mismo lo había dicho de Hitchens en algún escrito suyo anterior. Como ya he dicho antes, no fue muy exacto que Chomsky dijera "Hitchens dice", más bien debería haber dicho "Hitchens defiende" o "según la lógica de Hitchens". De hecho, lo expresó de manera más apropiada cuando escribió sobre el tema por primera vez:
"Las conclusiones relativas al principio de universalidad van mucho más allá de estos casos, entre ellos deslices menores (según pautas de Estados Unidos y Reino Unido), como el ataque con misiles ordenado por Clinton a la planta farmacéutica sudanesa de al-Shifa en 1998, que provocó "varias decenas de miles" de muertes, según las únicas estimaciones acreditadas con que contamos, que coinciden con la evaluación inmediata de Human Rights Watch y con informes posteriores de observadores entendidos. Un crimen equivalente a una mera fracción de dicha magnitud encendería la cólera, si el objetivo fuera EEUU, Israel o alguna otra víctima respetable; así como represalias de un calibre que se hace difícil imaginar; posteriormente aclamadas, sin duda, como ejemplo paradigmático de guerra justa. El principio de proporcionalidad significa que Sudán tenía todo el derecho a ejercer el terror a gran escala como represalia, incluso más si adoptamos la visión radical según la cual el ataque con misiles de Clinton tuvo "consecuencias desastrosas para la economía y la sociedad" [36] de Sudán, de modo que la atrocidad fue mucho peor que los crímenes del 11 de Septiembre, que fueron suficientemente atroces pero que no produjeron dichas consecuencias."
La negrita es mía y el texto es de "Hegemonía o Supervivencia" de 2003, en cuya página 299 de su versión española la nota 36 hace referencia a una expresión que usó Hitchens para calibrar el alcance del bombardeo sobre Sudán; "consecuencias desastrosas para la economía y la sociedad de Sudán". Esto lo escribió Hitchens cuando todavía publicaba en The Nation, en un artículo titulado "Knowledge (and Power)". Pues bien, según infiere Chomsky, si damos por cierta la valoración que hace Hitchens del bombardeo de Sudán (algo que no comparte Chomsky ya que lo ve como una exageración, una "visión radical"), y tenemos en cuenta que el 11-S no tuvo esas consecuencias desastrosas para la economía y la sociedad estadounidense (aunque fuese un crimen horrendo tal y como denunció Chomsky), todo ello nos hace concluir inexorablemente que "la atrocidad fue mucho peor que los crímenes del 11 de Septiembre". Esa es la conclusión que se deriva de las afirmaciones de Hitchens, según Chomsky, aunque Hitchens nunca lo expresó así. Y Chomsky, hasta que le preguntaron por Hitchens en Syracuse, tampoco dijo que Hitchens lo hubiese dicho tal cual. El error de Chomsky ha sido decir que Hitchens, en realidad sí lo había dicho ("actually did said"), cuando en realidad quería repetir una cita propia (la de "Hegemonía o Supervivencia") en la que argumenta que Hitchens, sea consciente o no de ello, está sosteniendo la conclusión de que el bombardeo de Clinton fue peor que los ataques de Osama Bin Laden el 11-S.
Uno puede preguntarse si tiene tanta importancia si un ataque fue peor que el otro. Por lo que respecta a Chomsky creo que nunca se centró en esta inútil polémica, fue Hitchens el que sacó de contexto la comparación "en términos de número de víctimas" que hizo Chomsky para sacar conclusiones erróneas y ajenas sobre la moralidad de un ataque con respecto del otro.
[EDITO 16/02/2017] Hithchens dijo en el programa de Bill Maher "Politically Incorrect" que Bill Clinton había hecho paracer a Bin Laden bueno, precisamente en relación al bombardeo de Sudán. Esto fue apenas unos meses después del 11-S, el 6/12/2001, con lo cual, la afirmación de Chomsky cobra más fuerza de la que ya tenía. El vídeo se puede ver aquí y la transcripción aquí: "Put Sudan back many years. He made in Bin Laden look good, not an easy task."
COMPARACIONES ODIOSAS Y EQUIVALENCIAS MORALES
Hasta aquí lo que respecta a la cita a la que se refería Chomsky en Syracuse. Pero independientemente de que Hitchens hubiese escrito o sugerido, de una forma u otra, que el bombardeo de Sudán fuese peor que el 11-S, todavía queda por analizar el tema de las comparaciones de crímenes. Es un tema importante, porque la comparación en una herramienta que usamos constantemente para evaluar la moral de los demás. Usarla no significa establecer ninguna equivalencia moral sino justamente lo contrario, poner a cada acción en su lugar y su contexto para poder analizarlas con mayor ecuanimidad y sin agravios comparativos, estableciendo diferencias (no equivalencias) donde las haya para, en definitiva, juzgarlas con mayor justicia. Y Chomsky no pretende establecer un "top-ten comparado" de los crímenes de EEUU, sino algo mucho más genérico, sencillo y necesario: denunciar la hipocresía de EEUU, o con otras palabras, denunciar el rechazo de principios de una mínima moralidad por parte de aquellos a los que se les llena la boca hablando de justicia, libertad y derechos humanos, y estos suelen ser quienes nos gobiernan, con EEUU como supuesto líder moral; un país que termina ensuciando el significado de tan loables palabras con prácticas imperialistas.
Las comparaciones de crímenes pueden resultar efectivamente odiosas, y ello es porque se suele abusar de ello de dos maneras muy parecidas. En primer lugar porque pueden verse como un intento de retratar un cúmulo indistinguible de maldad, donde si todos cometen crímenes, todo queda difuminado, igualado, olvidado, donde un mal se superpone al siguiente, quedando todo como una masa uniforme de iniquidad en las que todos sus componentes son moralmente equivalentes. En segundo lugar se pueden usar para explotar el argumento del "y tú más", para así poder dejar de lado la moralidad de las propias acciones como si fueran "peccata minuta" en comparación con otros crímenes mayores.
Los que acusan a Chomsky de hacer equivalencias morales, lo están acusándo del primer tipo de abuso. Pero Chomsky no evita denunciar los crímenes de los enemigos de EEUU, tan solo se centra en denunciar la hipocresía de EEUU al denunciar a los demás exculpándose a sí mismo, cuando bajo el mismo criterio debería ser también culpable. Y subrayo la palabra "también". La estrategia propagandística de la equivalencia moral precisamente lo que busca es evitar que se fije la atención en un término de la comparación, a saber, los crímenes de EEUU, y todo ello porque no se quiere asumir el principio de universalidad por el cual todos los casos deben regirse por la misma vara de medir. Si los partidarios de la estrategia imperialista aceptasen dicho principio podrían llegar a la conclusión de que EEUU comete crímenes mayores (al menos en número de víctimas) que sus enemigos. Y no están dispuestos a ello, porque siendo un poco ingenuos, temen que se les aplicase el segundo tipo de abuso cuando se compara, el mencionado "y tú más", y como ante semejante escenario a menudo saldrían perdiendo, quedarían expuestos a ese abuso. Si dejamos la ingenuidad a un lado, la razón sería que simplemente no quieren someterse a las mismas leyes que los demás, o dicho con otras palabras, que quieren castigar a los demás criminales con unas leyes que no están dispuestos a usar contra los criminales de su país, si es que alguna vez logran identificarlos como criminales. Fuera como fuese, el caso es que no admiten el principio de universalidad.
Pero esos riesgos de resultar odiosas no convierten a la comparación en una herramienta inútil para inferir responsabilidades morales o de otro tipo. La comparación es usada no solo en la justicia sino en todas las disciplinas científicas, muchas veces a modo de comprobación, y sirve para calibrar multitud de cuestiones. Y algunas veces las comparaciones son necesarias para comprobar si estamos culpando a los demás, mientras nos absolvemos a nosotros. Y ante todo un cuerpo de intelectuales serviles al poder y dispuestos a no aplicarse el principio de universalidad, la tarea de Chomsky, repetida hasta la saciedad en su retórica y en sus libros, es confrontar la hipocresía de quienes rechazan las leyes a conveniencia cuando ello implica un resultado desfavorable a sus intereses. Los que no están dispuestos a hablar de la magnitud de los crímenes de EEUU, interpretan esta tarea como una maniobra de distracción para disculpar a los enemigos de EEUU, y desde esa óptica terminan pensando que Chomsky está al servicio de esos enemigos.
DOS OBVIEDADES MORALES QUE ACEPTAR: LAS CONSECUENCIAS DE LOS PROPIOS ACTOS Y UNA MISMA VARA DE MEDIR PARA TODOS.
Chomsky empieza su capítulo 8 de Hegemonía o Supervivencia explicando dos obviedades morales que todo el mundo debería aceptar, pero que lamentablemente no es así. Sobre todo la segunda, forma parte constante de la retórica de Chomsky, que suele poner a prueba los argumentos contrarios denunciando que no se aplican cuando no interesan, en otras palabras, denunciando la hipocresía de sus críticos.
"La primera es que las acciones se evalúan en términos del abanico de consecuencias probables. La segunda es el principio de universalidad; aplicamos en nosotros las mismas pautas que aplicamos a los demás, sino más rigurosas."
PROBABLES CONSECUENCIAS, INTENCIONES, Y RESULTADOS
Efectivamente no se debe juzgar moralmente una acción criminal en función del resultado, porque el crimen ha podido o no tener lugar por varios factores, pero el criminal ha intentado su crimen asumiendo la posible muerte de su víctima como daño colateral, y en ocasiones como objetivo primordial. A efectos morales cometer el crimen asumiendo sus consecuencias es lo que cuenta, aunque jurídicamente tenga consecuencias diferentes dependiendo del resultado final. El intento de asesinato está penado por la ley, ciertamente con menor pena que un asesinato consumado, pero está penado, y la justificación moral para ello también parece efectivamente obvia. El resultado no es irrelevante, y como bien jurídico debe agravarse si se consuma, pero no entra en juego para la evaluación moral del sujeto que ya había aceptado la posible consecuencia de muerte de su víctima.
De lo contrario, según Chomsky, llegaríamos al absurdo de aplaudir a Khrushchev al haber puesto al mundo al borde de la guerra termonuclear cuando mandó misiles a Cuba, por el solo hecho de que el resultado final fue que no hubo dicha guerra.
En el mismo libro Chomsky llega a una aparente incongruencia. Escribe que algunos sostienen que la intención al bombardear la fábrica farmacéutica sudanesa no era la de producir finalmente tantas víctimas, porque entonces se pensaba que era una fábrica de armas químicas, y por tanto los autores no serían tan culpables como se dice. Chomsky está en contra de esto, y al hacerlo pareciera que ahora defendiese que las intenciones no importan, que lo que importa es el resultado. Sin embargo no es así, ya que aquí únicamente se limita a confirmar una vez más que hay quien no está dispuesto a aplicarse a sí mismo el principio de universalidad; lo que vale para nosotros suele no valer para otros. Si la intención (la de no matar a tanta gente) sí cuenta para el bombardeo de Sudán, entonces también debería contar para otras atrocidades que tampoco perseguían causar víctimas de nuestro bando, pero que finalmente se produjeron, y que sin embargo terminamos condenando, "justamente" según el propio Chomsky. No da ejemplos de los casos a los que se refiere, pero está claro que el principio de universalidad debe acatarse, y eso es lo que exige. Quizás sea un juego de palabras, pero el sentido es claro: Las intenciones sí cuentan, pero los resultados no son irrelevantes. Si se trata de juzgar la moralidad, la intención es determinante, pero si de lo que se trata es de hacer pagar jurídicamente al responsable de una masacre teniendo en cuenta el resultado, entonces ese resultado ayudará a concretar la pena, y lo hará tanto en los casos en los que nosotros somos los agresores como en los casos en los que somos los agredidos. No podemos alegar que la intención, o la falta de la misma en este caso, es lo que cuenta, y absolver al criminal (de nuestro bando) pintando unos resultados trágicos como si fueran ajenos al criminal, mientras condenamos al criminal del bando ajeno precisamente fijándonos en los resultados de su crimen y haciendo caso omiso de sus intenciones. Es necesario juzgar a los dos por el mismo rasero.
En su última versión de sus reacciones ante la muerte de Bin Laden, Chomsky dice: "También está claro que las intenciones alegadas son irrelevantes." ¿Es esto una nueva contradicción? No. Si leemos el contexto no se refiere a las verdaderas intenciones de un criminal, sino a las alegadas como excusa, las que se le venden al público para justificar el uso de la fuerza. La máxima de que la intención, incluyendo el hecho de haber asumido una previsión de las consecuencias, sí importa, no es óbice para afirmar que la falsa intención, la mentira y la propaganda, es irrelevante.
EL PRINCIPIO DE UNIVERSALIDAD
Para Chomsky hay una prioridad antes de hablar del bien y del mal. Antes que nada debemos saber si estamos a dispuestos a ser juzgados por el mismo rasero que aplicamos a los demás. Si no dejamos claro esto antes, los conceptos de bien y mal podrían terminar vinculados a los sujetos que ejecutan esas acciones morales, y no a las acciones morales en sí mismas. Lo explicaba vehementemente en Hard Talk, cuando Tim Sebastian le acusaba, al igual que Hitchens, de hacer equivalencias morales. El vídeo lo he subtitulado y se puede ver en youtube.
Y lo volvía a mencionar al final del capítulo 8 de "Hegemonía o Supervivencia":
"Lo que hemos analizado aquí es el ejemplo más escueto de lo que descubrimos fácilmente si prestamos alguna atención a los hechos elementales y aceptamos aplicarnos los criterios que imponemos a los demás. Podríamos seguir avanzando si estuviésemos dispuestos a entrar seriamente en el campo de la moral, yendo más allá de los principios más obvios y reconociendo la obligación de ayudar a los que sufren tanto como podamos, una responsabilidad que se deriva por naturaleza de nuestros privilegios."
Cuando Chomsky cuestiona la justificación de la guerra de Afganistán, lo hace usando la comparación y poniéndonos a prueba con el principio de universalidad, y así, nos pregunta, si por ejemplo,
"¿se han ganado Cuba y Nicaragua el derecho a hacer estallar bombas en Washington, Nueva York y Miami en defensa propia contra atentados terroristas en sus países? [...] En caso contrario, ¿por qué no? No hay duda de que uno no puede apelar a la escala de los crímenes para justificar una postura así; una simple ojeada al historial neutralizaría la intención."
La pregunta relevante aquí, es "¿por qué no?", y es una pregunta retórica ya que no busca respuesta sino denunciar la lógica por la que no se aplican los mismos criterios a EEUU que a sus enemigos. Y efectivamente, los crímenes del 11-S son de una escala menor que los de EEUU en Cuba o Nicaragua, y por tanto sería difícil argumentar que la guerra de Afganistán estaría justificada pero el eventual bombardeo de Washington no.
CHOMSKY NO INSTA A LA VIOLENCIA
CHOMSKY NO INSTA A LA VIOLENCIA
¿Pero acaso pretende Chomsky alentar un ataque contra EEUU? No, eso es lo que muchos críticos de Chomsky quieren que creamos. Ellos quieren que creamos que Chomsky está instigando a la violencia, justificando los crímenes contra EEUU por medio de la comparación y haciendo que todos los crímenes sean equivalentes moralmente, pero en realidad lo que están probando es que son incapaces de aplicarse el principio de universalidad. Chomsky piensa que la guerra de Afganistán no está justificada, porque de lo contrario también deberían estar justificadas otras guerras que se podrían haber iniciado por motivos similares y de mayor gravedad. El problema, a nivel teórico, es que esas guerras hipotéticas nunca se aprobarían porque serían contra EEUU, y todo lo que sea contra EEUU está sujeto a principios morales y crítica, pero lo que hace EEUU está exento de crítica y de aplicar el principio de universalidad. Dicho de otra manera, cuando EEUU es el agresor la moral siempre lo apoya, pero cuando es el agredido sus agresores siempre actúan con inmoralidad. Este tipo de moral se hace depender de los sujetos, y no de las acciones, y es por tanto una falsa moral, una moral al servicio del poder, una moral que pone en el grito en cielo denunciando falsas equivalencias morales de otros, para distraer la atención y ocultar tanto los actos propios deshonrosos como la incapacidad de asumir su responsabilidad.
El propio Chomsky lo aclara en varias partes de su libro. A continuación algunas citas, en las que la negrita es mía para subrayar que no son las propuestas de Chomsky, sino lo que Chomsky denuncia que otros proponen con su lógica truncada a conveniencia, independientemente de que esos otros se den cuenta o no de lo que supone su propia lógica.
1)"Según sus argumentos, pues, estas víctimas se habrían ganado el derecho a librar una guerra justa contra Estados Unidos recurriendo al bombardeo y al terror, [...]. La reducción al absurdo no obstante presupone que adoptemos el principio de universalidad, silenciado en su estudio historico-filosófico y rechazado tácitamente del modo habitual."RELLENAR LOS ESPACIOS VACIOS
2) "En caso contrario, ¿por qué no? ¿Por qué ni siquiera se plantea la cuestión en este caso o en el de otros asesinos de Estado que gozan de un refugio seguro en Estados Unidos? Y si la pregunta parece demasiado absurda para considerarla siquiera (como es el caso, según principios morales elementales), ¿dónde deja eso el consenso sobre el recurso a la violencia por parte de nuestros líderes?"
3) "Sería difícil encontrar a alguien en su sano juicio que aceptara la doctrina de que los bombardeos masivos son una respuesta legítima a los crímenes terroristas. Nadie en su sano juicio estaría de acuerdo en que bombardear Washington sería legítimo [...]."
4) "Muchos señalan que las muertes resultantes [del bombardeo de la fábrica sudanesa] no fueron intencionadas, de modo que los responsables y aquellos que desestiman las consecuencias del hecho, no son culpables. El argumento vuelve a demostrar penosamente el rechazo habitual del principio de universalidad. Jamás aceptaríamos esta postura en relación a otros: muchas de las atrocidades que (justamente) condenamos no son intencionadas, aunque eso se considere irrelevante cuando el responsable es otro."
5) "Para que quede claro: no estoy expresando mis opiniones, sino las que se siguen, clara e inequívocamente, de los principios que se emplean al establecer las verdades asumidas o las que se seguirían de ellos si los filtros doctrinales pudieran eliminarse." [Esta última es del capítulo "Feliz Milenio" incluido en su libro "Estados Fallidos", en referencia a unas comparaciones que se hacían en "El Libro Negro del comunismo".]
En el caso de Hitchens, Chomsky aplica la misma metodología para acusarlo de sostener que el bombardeo de Sudán fue peor que el 11-S, una acusación que Chomsky sostiene gracias a la "visión radical" con la que Hitchens cubrió el bombardeo, y que objetivamente no tiene mayor importancia, salvo por el hecho de que se trata de devolverle la pelota a Hitchens, ya que Hitchens le acusó de haber sostenido lo mismo cuando en realidad solo hizo una comparación "en términos de números de víctimas". De hecho Chomsky ha escrito mucho más y condenado con más contundencia el 11-S que el bombardeo de Sudán. Seguir profundizando en el matiz numérico, dejando de lado la valoración moral de los ataques y la naturaleza del crimen, o conectarlo todo, es algo que requiere una aproximación más filosófica y detallada, y además, me llevaría a desvelar argumentos que el propio Chomsky me pidió no publicar, y a esa palabra me debo. Nada de lo que aquí escribo dice algo que no haya sido publicado previamente, y no solo en el libro que he mencionado antes, también en su respuesta a Oliver Kamm. Y nada de lo que aquí omito es tampoco un secreto que suponga un giro en el pensamiento de Chomsky. Tan solo me he permitido apuntillar, sin violar mi promesa, reflexiones en torno a las comparaciones de crímenes. Es un asunto que parece trivial, porque los crímenes lo siguen siendo aunque no se comparen con otros, y perseguir la injusticia debería seguir siendo un valor supremo, independientemente de que se compare con otras injusticias. Creo que a eso se refería Chomsky cuando le repetía a Hitchens que no era el momento adecuado para debatir esas tonterías, habiendo asuntos más importantes que tratar justo después del 11-S. Pero quizás no sea trivial desenmascarar si estamos dispuestos a aplicarnos los mismos criterios que los demás, y comparar las actitudes y las valoraciones de crímenes haciendo un uso honesto de la herramienta de la comparación para inferir conclusiones de significancia moral. En particular para denunciar los abusos de poder que quedan impunes, invisibles u olvidados. Esta tarea del intelectual que no se doblega ante el poder, sino que más bien al contrario, siempre permanece escéptico ante él, es la que lleva Chomsky realizando desde hace décadas. Ello no significa hacer la vista gorda ante los crímenes de los demás, los que no son de EEUU, pero a mi modo de ver sí implica extenderse en denunciar los estadounidenses, concentrarse en rellenar los espacios vacios de responsabilidad que el poder deja tras de sí. Y el poder en este caso es EEUU, un país que aún siendo un ejemplo de democracia en muchos aspectos, posee una artillería de propaganda lavacerebros suficientemente fuerte como para no necesitar la ayuda de quienes denunciamos sus crímenes. Nuestra labor de rellenar esos espacios vacios de responsabilidad, no debe olvidar todo tipo de injusticias independientemente de sus autores, y calificarlas como tales sin ambages, pero debe extenderse en aquellos crímenes menos publicitados. Dicha herramienta de la comparación, incluiría los cometidos contra nosotros y los cometidos por nosotros, ello nos proporcionaría el escenario perfecto para confrontar la honestidad o hipocresía de la supuesta moral superior de EEUU y sus aliados.
Thank you for the much needed and thorough elucidation of the virtual Chomsky - Hitchens debate @ zCommunications. I didn't know how to contact you, so I'm using this comment section. I realize this is not the place for it, so I'm hoping you'll delete my comment after you've read it. I too am not a native English speaker, but I'm rather sure you wanted to type "Is it worth it to find out...In regards to Chomsky" or "Does it pay to find out... Regarding Chomsky" instead of "Does it worth to find out which attack was the worst? Regarding to Chomsky". This by no means the only mistake you made ("anyone who point at US" should be "anyone who points at US"), but it is the most attention grabbing one (because it's in the beginning of a paragraph). It would be a shame if people didn't read your article because of minor mistakes.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu esfuerzo!
Xavier, I really appreciate your corrections. I have already fix it, and I will keep your comment visible, as an evidence that there is at least one person who read and understood my article... Thanks!!
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