31.8.12

Murió Alexander Cockburn

Aunque no conozco su obra, tan solo algunos de los artículos que gracias a rebelion.org podemos leer los lectores de habla hispana, la muerte de Alexander Cockburn (21 de julio de 2012) ha sido un fuerte golpe para el mundo de los intelectuales de izquierdas que tanto me gustan. Despúes de mis obituarios de Vidal y Hitchens (este último ex-izquierdista), incluyo esta traducción del emotivo obituario que hizo el colega de Cockburn, Jeffrey St. Clair, en CounterPunch.

Alexander Cockburn, 1941-2012
ADIÓS, ALEX, AMIGO MÍO
Por Jeffrey St. Clair.

Nuestro amigo y camarada Alexander Cockburn murió anoche en Alemania, tras una feroz y larga batalla de dos años contra el cáncer. Su hija Daisy estuvo al lado de su cama.

Alex mantuvo su enfermedad como un secreto celosamente guardado. Tan solo unos cuantos sabíamos de verdad lo terriblemente enfermo que estaba. No quería que la enfermedad lo definiese. No quería que sus amigos ni sus lectores le ofreciesen compasión. No quería bloggear su propia muerte como Christopher Hitchens había hecho. Alex quería seguir viviendo su vida hasta el final. Quería vivir bajos sus propios términos. Y quiso continuar escribiendo por encima de todo, como su brillante padre, el novelista y periodista Claud Cockburn había hecho. Y así lo hizo. Su cuerpo se estaba deteriorando, pero su prosa permaneció tan afilada, lúcida y letal como siempre.

4.8.12

Muere Gore Vidal

Hace unos días murió Gore Vidal, un escritor norteamericano (y otras muchas cosas más) que fue el azote de la burguesía pudiente de su país. Y lo era porque venía de esa misma clase, y usaba su erudición y mordacidad con una elegancia tan insultante que se ganó la animadversión de buena parte del pueblo estadounidense. Costumbres conservadores y política militar eran objeto de sus diatribas, usando las palabras como dardos que cortaban la respiración en cualquier tertulia televisiva, y en los últimos años desde una silla de ruedas que, junto con su bastón a lo Antonio Gala, le daba un aire de sabio petulante y vanidoso que disfrutaba cabreando a los demás.

Cuando pienso en el final del s. XX y como la decadencia y la hipocresía del imperio norteamericano ha hecho florecer a intelectuales como Gore Vidal, ofreciendo al público estadounidense (minoritario) toda una época dorada en la que crear arte y hacer política ha dado unos frutos memorables, me apena y me da envidia de que los medios españoles no hayan copiado eso de los americanos, y si en cambio nos hayan envenenado la TV con tanta tele-mierda. ¿Acaso no tenemos brillantes polemistas en España de la talla de Vidal o Hitchens?

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