9.4.13

Fallece José Luís Sampedro

Me entero de la muerte de José Luís Sampedro con mucha pena. Con esa apariencia de viejo sabio de la tribu que le atribuía Jordi Evole, me quedo con ganas de haberlo leído más, de haberlo seguido más porque habría aprendido más. Todavía estoy a tiempo... aunque un día se me acabará, como a él.



Solo había leído dos libros suyos, aunque lo había escuchado muchas veces en radio o televisión. Con sus libros te dabas cuenta de que la narración lírica y suprema estaba al alcance de la mano de un escritor sencillo que describía a golpe de látido de corazón... Con sus entrevistas te dabas cuenta de que su corazón se nutría de un sentido de la justicia autónomo y conciencia crítica que estaba raramente basado en sus conocimientos de economía... una economía que sabía explicar para todos los mortales.... pero él seguirá siendo inmortal.

"La vieja sirena" es uno de esos libros que te sitúan en medio de una época tan distante en el tiempo, pero al mismo tiempo te metes en la piel de otras personas como si fueran personajes actuales, o tú mismo. "El amante lesbiano" es otra de sus novelas que me subyugó, planteándome con brillante inteligencia cuestiones de género que me hicieron ver la naturaleza humana con mayor riqueza de la que ya tiene.

Si eres capaz de ver este vídeo y no sentir aunque sea un ápice de rebeldía, de respeto y ... en sus últimos minutos, de pura emoción... es que no te queda sangre en las venas... pero tienes solución: lee o escucha más a Jose Luís Sampedro.

La entrevista completa de 47 minutos puede verse aquí.


3.4.13

Almorzando con el Finantial Times: Noam Chomsky



Desde 1994, este espacio del Finantial Times ("Lunch with FT") nos presenta a una celebridad mientras la invitan a comer, y tratan de hacerle una buena entrevista. No conozco al entrevistador, John McDermott, y no parece simpatizar a priori con los argumentos de Chomsky, pero consigue sintetizar en muy poco espacio buena parte de la obra del escritor. Me gustó bastante la entrevista porque es como un resumen de muchas constantes en el discurso de Chomsky, a la par que una discreta concesión de alguna intimidad, y por eso me decidí a traducirla. 

Si queréis usarla, podéis hacerlo, aunque agradecería la mención a mi traducción.



FINANTIAL TIMES, 15 de marzo, 2013

Hay una cápsula del tiempo situada cerca de los ascensores del Stata Center en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Contiene objetos del Edificio 20, sede de avances fundamentales de la física durante la guerra, y donde, en 1955, un joven de 27 años empezó a transformar la comprensión que la humanidad tenía del lenguaje. La original y destartalada instalación no tiene mucho más. Pero el lingüista todavía está aquí, paseando por el pasado con una chaqueta acolchada de color mostaza.

“Profesor Chomsky,” le llamo. Con sus 84 años me saluda y caminamos por el nuevo edificio diseñado por Frank Gehry, muy espacioso y anguloso. Los estudiantes sonríen y saludan y le dejan más espacio a Chomsky de lo que sus andares realmente necesitan. El MIT es en parte un monumento a sus ideas, le sugiero. Sus teorías sobre gramática, que defienden que el lenguaje es innato, han revolucionado la psicología moderna, la informática y la ciencia cognitiva.

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