Para finalizar el año, me gustaría realizar un homenaje a un héroe olvidado que sigue sufriendo por habernos regalado el ejercicio de transparencia informativa más cristalina y reveladora que hayamos podido ver jamás en la historia. Su nombre es Bradley Manning y es el soldado responsable de las famosas filtraciones de Wikileaks. The Guardian lo ha elegido como persona del año 2012.
Conocemos muy bien el nombre y la odisea de Julian Assange, otro héroe al que me he referido en otras ocasiones. Assange es un periodista que trabaja con filtraciones que le pasan sus fuentes; sin fuentes, Assange no habría podido administrar ninguna filtración. Como periodista, Julian Assange podía preveer cierta persecución y contar con cierta protección del mundo de la prensa en nombre de la libertad de información. Pero el jovencito Manning, un niñato que se mete en el ejército estadounidense y cuya conciencia se revuelve a medida que se entera de todo lo que se cuece ahí dentro, y que toma una decisión en solitario... él solo podía esperar desdén, acusaciones de traidor, y todo un sistema jurídico-militar que caería sobre él inmisericordemente.Todo un David contra un Goliat.