No recomiendo este documental a todo el mundo. Otros documentales pueden recomendarse a un espectador medio, sin previa formación sobre el asunto en cuestión. Pero este documental está orientado a aquellos que recuerdan, y todavía les interesan, las artimañas que se usaron para convencernos de ir a la guerra contra Irak, y en general a los que les gusta reflexionar sobre el poder.