En estas fechas de campaña electoral, hay otra campaña en la ficción televisiva que me ha entretenido con mucho mayor éxito que ésta. Siempre me ha gustado Kevin Spacey, desde "Seven" hasta "K-pax" por solo mencionar dos de sus películas con personajes tan polémicos como atractivos. Por eso cuando me enteré de que sería el personaje principal de una nueva serie política (House of Cards) no podía esperar a verla. Las series políticas quizás no sean las más vistas, pero últimamente se están haciendo un hueco en la parrilla televisiva, y aunque todas presumen de llevar la ficción hasta límites políticamente incorrectos, lo cierto es que pocas consiguen ser irreverentes o incómodas con el sistema.