14.1.15

POR UN NUEVO ATEÍSMO EN ESPAÑA: UNA DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS A FAVOR DE LA CIENCIA Y LA LIBERTAD, Y EN CONTRA DE LA RELIGIÓN (INCLUSO LA MODERADA)


Los atentados terroristas de París contra los trabajadores de la revista satírica Charlie Hebdo han traído de nuevo el debate sobre el fundamentalismo religioso y la libertad de expresión. Dejaré de lado el tema de la libertad de expresión, por su localismo y complejidad jurídica, y simplemente diré que tienen mi apoyo los que ejercen la libertad de expresión frente a la intolerancia religiosa. Me parecen más interesantes las reacciones que suscitan estos actos terroristas en relación a la religión en sí misma. Lamentablemente el debate suele terminar con mayor confusión de la que empezó. Si esto sucede, en mi humilde opinión, es debido a que se llega a un punto del debate en el que topamos con agentes llenos de virtudes y defectos, que terminan por descolocarnos. Si a ello le sumamos que en el debate también intervienen islamófobos rebosantes de xenofobia, la necesidad de alejarse de ellos refuerza el tabú. Sé que hay un peligro en que se confunda mi discurso con los oportunistas portadores de odio, pero pienso que sería peor autocensurarse por ese miedo.


RESPETO A LAS PERSONAS Y LIBERTAD DE CRÍTICA A SUS CREENCIAS

Pocas personas serias (los islamófobos y la extrema derecha no lo son para mí) se atreven a dejar a un lado el fanatismo, y señalar con el dedo la raíz netamente religiosa de estos terroristas. Casi todos conocemos a buenas personas con fe religiosa. Personas honestas, familiares y vecinos, compañeros de trabajo a los que conocemos muy bien. Son lo que popularmente se conocen como buenas personas. Pues bien, si nos atrevemos a decir una obviedad tal como que los fundamentalistas religiosos tienen motivaciones religiosas, a continuación salta una legión de defensores del tabú religioso que nos recuerda que hay creyentes que no son violentos y que son buenas personas. Eso nos perturba, porque sabemos que esas personas existen, las conocemos, y no queremos extender la mancha para ofender a quienes se sienten avergonzados por otros creyentes bárbaros.

Ahí se detiene el debate. La profundización está colapsada por la precaución de no ofender a un inocente, por la acusación de no promover la xenofobia. Desde la izquierda, que insiste en otros factores identitarios o geopolíticos para explicar la barbarie terrorista, hasta la derecha que huye de la analogía que señale al cristianismo como culpable de tantas guerras en el pasado (o incluso algunos actos violentos en nuestro presente, como la bomba que le pusieron a Leo Bassi), el caso es que pocos en este país se atreven a señalar a la religión como la raíz de este mal.

"¡No generalices!" es la respuesta más habitual. Pero los críticos de la religión como yo, no estamos deduciendo que todos los creyentes sean igualmente responsables. Creemos que podemos y debemos criticar la religión y su potencialidad venenosa, sin necesidad de igualar a todo creyente. No se trata de condenar a todos por igual, ni prohibir ningún credo. ¿Cuántas veces hay que repetir la obviedad de que no todos los musulmanes son terroristas? Se trata únicamente de reconocer que las motivaciones de los criminales religiosos son motivaciones religiosas, y si no han germinado en esas buenas personas que conocemos, no es gracias a su religión, sino a pesar de ella.

Hay muchos nacionalistas que jamás han cogido un arma, ni lo han apoyado, y sin embargo, eso no nos impide ver que otros sí lo hicieron motivados por esa ideología. Lo mismo se puede decir del marxismo. O del capitalismo y la globalización. ¿Debemos acusar al alcalde de un pueblecito que se declara comunista por las matanzas de Stalin? El hecho de preguntarlo resulta absurdo, y sin embargo necesario para mostrar el doble rasero y la sobreprotección que se tiene con la religión. Quienes matan o discriminan en nombre de sus creencias religiosas deben responder ante la justicia, pero la ideología o la religión que se lo inculcó deben responder ante el intelecto privado y la crítica pública. Debemos liberar a la religión de esa sobreprotección, el mundo, al menos el occidental, está maduro para quitarle el chupete a esos creyentes, y no creyentes, que hacen triples saltos mortales para evitar no poner el dedo en la llaga. Si esto ofende al creyente moderado que no ha cometido ningún delito, me merece el mismo respeto que los seguidores de un grupo de futbol que se ofenden porque se critica a su equipo, o incluso al futbol en general. Y el mismo respeto, y casi pena, que me dan los gruppies del cantante adolescente de moda que ven destrozada su figura porque le hacen una crítica a su ídolo. Está en el tejado de ese creyente moderado asumir la critica a su religión, y demostrar con ello que no es un fundamentalista.

Afortunadamente los creyentes con los que he tenido la oportunidad de profundizar, no son tan simples ni tan cerrados. Me atrevería a decir que he encontrado mucho compromiso y trascendencia, no solo espiritual sino social, en algunos creyentes más que en otros no creyentes. Hay muchos ateos que lo son, por mero pasotismo intelectual. No tienen necesidad ni ganas de profundizar, y supongo que lo mismo se podría decir de muchos creyentes. De hecho, los valores pacíficos y bondadosos de los creyentes, son anteriores a las religiones, tienen explicaciones evolutivas, y los experimentos que se han hecho han arrojado los mismos resultados a unos y a otros, en muy diferentes culturas. Esto le arrebata a la religión la exclusividad de la bondad, si es que fuera necesario argumentarlo en un mundo donde todos conocemos a creyentes y ateos capaces de lo bueno y lo malo indistintamente.

MÚLTIPLES REFERENCIAS EXPLÍCITAS E INEQUÍVOCAS QUE APRUEBAN LA VIOLENCIA EN LOS TEXTOS RELIGIOSOS
 
Pero esa igualdad entre creyentes y ateos, como personas, no implica una equidistancia en la responsabilidad que las respectivas creencias han tenido en las masacres de la historia. No hay ninguna guerra que se haya cometido en nombre de la inexistencia de un dios. Incluso los regímenes comunistas más seculares nunca mataron por motivaciones ateas. Ateísmo y comunismo no están conectados necesariamente en sus doctrinas. Las masacres cometidas por seculares tienen motivaciones de poder y de exterminación al disidente, el cual puede configurarse como creyente o no. Pero nunca se ha encontrado una carta de un ateo terrorista que lucha por imponer su ateísmo o que se siente ofendido por las creencias religiosas de los demás.

Y tampoco sería honesto poner en el mismo rasero a todas las religiones, como el cristianismo, el islam o el judaísmo, comparados con el jainismo, por poner un ejemplo. No solo por un análisis histórico que pone cadáveres encima de la mesa de manera muy desigual, sino por una sencilla lectura que todo el que tenga una Biblia en casa puede comprobar. Si eliminamos factores políticos, malinterpretaciones y tergiversaciones del mensaje religioso, todavía quedaría el insalvable obstáculo de las múltiples condenas a muerte, genocidios, violaciones, torturas y diversos baños de sangre y violencia que se narran en la Biblia o en el Corán. Que se narran... y que son toleradas u ordenadas por el dios de turno. Hay muchos sitios en Internet que recopilan las barbaridades del Antiguo Testamento, éste solo es uno más. ¿Por qué debemos poner en duda las proclamaciones de los yihadistas cuando inmolándose con bombas declaran que aspiran a llegar al paraíso o a conseguir 72 vírgenes? ¿Habrían actuado igual de carecer de esas promesas divinas? Claro que no. Lo han leído, se lo han creído, lo practican y lo declaran con orgullo, ¿por qué insistimos como dice el presidente de Francia, y todos los políticos bienintencionados, que esto "no tiene nada que ver con la religión musulmana"?

Estoy seguro que hay otros factores que colaboran, y pueden explicar por qué hay más radicalismo en unos países que en otros, aún teniendo el mismo credo. La arrogante manipulación de occidente y el imperialismo en Oriente Medio no es ninguna invención. Quizás esos factores sean mayores de lo que pensamos, es una posibilidad digna de estudiar. El análisis de estas diferencias nos pueden ayudar bastante a entender el fenómeno, pero suprimir la crítica al origen teórico y espiritual que posibilita el extremismo religioso, ese "veneno que todo lo emponzoña", como lo llamaba Christopher Hitchens, es tan irracional como intentar encontrar explicaciones económicas, políticas y filosóficas al Holocausto nazi y dejar de lado todas las declaraciones que el mismo Hitler hizo en los años 30 manifestando su expreso e inequívoco deseo antisemita de exterminación. Denunciar que el Mein Kampf tuvo mucho que ver en aquello y que el Corán tiene que ver poco con esto, es una disonancia cognitiva difícil de digerir.

NEGANDO LA EVIDENCIA: LA RELIGIÓN ES GRAN PARTE DEL PROBLEMA

Es el pensamiento religioso, con todas sus condenas claras y explícitas dentro de sus textos sagrados los que han sembrado la semilla que después, en unos germina, y afortunadamente en otros no. Escudarse en que hay buenas personas, o bondades encomiables en muchos versos de la Biblia o del Corán, para no ver que hay otras iniquidades que sí han calado en otras personas, es tanto como defender que fumar es un acto saludable porque ha servido de inspiración a muchos artistas y ha forjado muchas amistades. Conformarse con el tabaquismo solo porque a algunos les ha producido cáncer, pero a otros no, es jugar a los dados con el destino. Ningún padre deja jugar con fuego a sus niños solo porque muchos otros no se hayan quemado, a pesar de que el fuego haya supuesto un gran avance desde su descubrimiento. Las quemaduras las produce el fuego, el cáncer el tabaco, y la intolerancia religiosa la religión. ¿Por qué debemos esconderlo para no ofender? ¿No somos capaces de debatir con algo más de racionalidad?

Mi propuesta es que no debemos dejarlo al albur de que un buen sacerdote nos lleve por el camino correcto, o que un padre responsable y creyente le enseñe el camino de la tolerancia y el respeto a su hijo. Todo eso está muy bien, pero es contingente. Sigue siendo jugar con fuego. Lo mejor es apagar el fuego. Espera un momento... ¿hablo de prohibir la religión o de meter en la cárcel a los creyentes? No, claro que no. Si no hay libertad de religión, si no existe un derecho protegido para ejercer la creencia religiosa, no hay libertad. Mi guerra no es contra los legítimos derechos religiosos, sino contra la sobreprotección que ostenta en la esfera pública. Mi guerra es contra la religión como creencia, del mismo modo que lo es contra el racismo o el imperialismo. No se trata solamente de  enjuiciar al asesino homófobo, por poner un ejemplo, sino de luchar con la educación para concienciar contra el machismo y la discriminación homosexual (no siempre religiosa, por cierto). Extirpar la semilla de la discriminación mostrando su falsedad, con el máximo rigor que la razón y la ciencia nos permita, pero con el respeto que hemos aprendido en siglos de debates donde se pueden poner a parir las ideas contrarias sin menospreciar a los contertulios, a menudo amigos, que tenemos enfrente.

Criticar la religión en todos los foros posibles con el mismo respeto y contundencia que usamos con otras creencias, y con el sentido común y discreción que merezca la ocasión (no se puede hacer una arenga nietzscheana en un funeral católico). Mis armas son la palabra, la razón, la tradición ilustrada, y por supuesto la ciencia y el pensamiento escéptico. Muchos acusan a los ateos que enarbolan la ciencia como herramienta de conocimiento de ser prepotentes, e incluso fanáticos. Difícil fanatismo el que se sustenta en evidencia y en un método que permite y obliga a cambiar de opinión cuando se demuestra lo contrario. No me lo he inventado yo, soy deudor de valientes pensadores que murieron en el intento, y que lucharon contra enemigos y tabúes mucho más grandes y peligrosos. Gracias a ellos he aprendido leyendo, pensando y discutiendo, lo que otros construyeron antes que yo, con pasión, esfuerzo y seriedad. Es mejor que te acusen de prepotente por usar tu cabeza, que callar ante la ignorancia orgullosa de una masa a la que nunca llego el mensaje de "sapere aude".

RECTIFICAR ES DE SABIOS... Y PERSISTIR EN EL ERROR DE NECIOS

Y si es necesario cambiar mi pensamiento, lo hago, porque no hay ninguna autoridad ni texto sagrado que me lo impida. Si la mayoría de los creyentes fueran honestos con su moral, cambiarían sus textos más inmorales, y dejarían sus enseñanzas más loables. Pero como no pueden hacerlo porque son palabra de dios, infalibles por definición, prefieren hacer la vista gorda y practicar una religión personal a la carta... afortunadamente. A esos creyentes que son incoherentes con sus textos sagrados, como apunta Steven Pinker, y que no respetan las órdenes más retrógadas de sus cleros, son a los que debemos agradecer que no haya más inhumanidad en el mundo. Y son ellos, en último término, los más conscientes y responsables para pedir una refundación de sus religiones, para quedarse con lo mejor de ellas, y arrojar al pozo del pasado y para siempre lo peor. Una mejora que para ser honestos, es más urgente entre las filas del islam, que son los principales culpables y víctimas del radicalismo, que entre las filas del cristianismo. En cualquier caso es una mejora necesaria en los grandes monoteísmos, aunque un vana ilusión, porque el dogma de la verdad revelada se lo impide. Pero sería de agradecer el coraje de plantar cara al "error", por muy divino que sea.

GUERRA CONTRA LA RELIGIÓN Y LA PSEUDOCIENCIA
 
No hace falta convencer a la gente para declararle la guerra al radicalismo, todo el mundo en Occidente se suma a ello, aunque haya discrepancias en cómo llevarlo a cabo (militarismo, intervencionismo, educación en origen, apoyar económica y políticamente a grupos moderados, etc.). El nuevo ateísmo al que me adscribo y que tiene como uno de sus máximos exponentes a Richard Dawkins, trata de luchar contra algo mucho más sutil y polémico que las balas y las bombas. Se trata de exponer las irracionalidades y los absurdos de la religión, incluso de la que se considerada moderada: su argumento de autoridad, sus absurdas prohibiciones como la de trabajar en día de la semana bajo pena de muerte, su discriminatoria y pacata sexualidad, su execrable política sanitaria con el SIDA, su machismo, su rigidez que le impide asumir una crítica en forma de caricatura u obra de teatro, su pulsión totalitaria que pretende imponer sus dogmas en la política, etc... Y por supuesto, a converger con ella cuando eleve la condición humana con sus acciones justas y solidarias, que también las tienen.

En esta batalla por imponer un poco de cordura, a fuerza de argumentos y de razón, pacífica y democráticamente, educando con la ciencia para hacer a las sociedades más cultas y ilustradas, nuestros enemigos no son solamente de índole religiosa. Como si fueran inocuas, las pseudociencias son presentadas como si fueran una alternativa real, cuando son un fraude de esperanza, como mínimo. La homeopatía, el curanderismo, la imposición de manos, la quiromancia, las conspiranoias, la astrología y un largo y triste etcetera, obviamente no son tan peligrosos como los terroristas, pero merece la pena combartirlos. En el siglo XXI, esos enemigos de la razón provocarán una involución del conocimiento si no se les combate, despreciando en su ignorancia lo que hemos conseguido con duros y serios trabajos de investigación, que nos permiten vivir con las comodidades en las que ahora ni siquiera reparamos. No podemos permanecer impasibles mientras culpabilizan a la tecnología, que es la llave del progreso, aséptica y amoral desde su concepción, de todo lo deleznable que el ser humano haya podido hacer desde la flecha hasta la bomba atómica. Tampoco podemos permitir que se apropien del conocimiento, y que usen el adjetivo "científico" para dar seriedad a sus estupideces de charlatanes y sus ansias de comerciantes sin escrúpulos.

Si no estamos dispuestos a plantar cara a todos estos disparates, y no solo al barbarismo, estaremos actuando con la civilización de manera pusilánime o ignorante. Cada cual que elija lo que es peor.

***
Dejo un vídeo de Richard Dawkins que he subtitulado, no es el mejor ni el más reciente, pero ilustra bien alguno de los puntos que acabo de señalar.



14 comentarios:

  1. leproso a tiempo parcial16 de enero de 2015, 16:45

    Brillante post, buenos argumentos (muchos compartidos) y sobre todo muy bien expresado.

    Al margen de la unánime condena internacional a la barbarie de los asesinos y la solidaridad con las victimas y sus familias, el movimiento #JESUISCHARLIE y su globalización a través de las redes sociales esta creando un debate sobre la libertad de expresión sin precedentes, lo cual, a raíz de las políticas actuales (no solo me refiero a la ley mordaza sino a toda la política global en la UE y USA), creo que es profundamente necesario.

    Por un lado, se defiende la libertad de expresión como la libertad para opinar sobre cualquier asunto sin miedo a las consecuencias de estas opiniones independientemente de que puedan resultar humillantes u ofensivas y, por otro lado se defiende la libertad de expresión al estilo JP Sartre "mi libertad termina donde empieza la de los demás", es decir, el limite es la ofensa hacia otro.

    En Españistan, nuestro nivel Cañí nos lleva aún mas lejos e interpretamos la libertad de expresion a nuestro modo: "el modo del embudo", ya sabes, ancho por un sitio, estrecho por otro.

    De este modo, se observan políticos españoles en francia defendiendo una libertad de expresión que aqui censuran con una ley mordaza o unos medios que defienden la libertad para ofender a los creyentes en francia, pero que condenan unánimemente a dos gitanos bastante analfabetos por hacer comentarios contra los gays en un programa de tv nacional.

    En Españistan, para variar, coherencia not found

    Bravo por tu blog, si los Thunders no entran en PlayOff lo mismo hago uno sobre la NBA en Español

    Te dejo un enlace sobre mi religion, :)

    http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/10/141026_jedi_religion_am

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  2. Tu religión es sumamente interesante, no solo por su aspecto más divertido y porque indica que la fe sin dios es posible, también porque promete alguna esperanza para la necesaria refundación de las religiones que yo propongo en el texto. No hace ni 200 años que los mormones decidieron hacer nacer su religión. No hace ni 20 años que los jedianos (espero que tengan conocimientos de inglés, de lo contrario la pronunciación puede ser muy divertida) fundaron la suya. Si ellos pudieron, quizás también puedan ahora los valientes que quieran arrojar a la basura las expresiones de odio más radicales que contiene sus creencias, y quedarse con lo que tengan de positivo.


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  3. Con respecto a la libertad de expresión el debate es efectivamente emocionante, pero necesariamente limitado por la legislación de cada país. Los manuales de derecho constitucional español están repletos de posibilidades y eso que hablamos solo de una constitución. El problema es cuando la ofensa, o el ejercicio del derecho si lo quieres, se ejerce en otro país... las bombas y las palabras saltan por encima de las fronteras. No creo que haya acuerdo satisfactorio posible, en mi opinión.

    Pero el caso de los insultos a gays que comentas, no es un caso de libertad de expresión. Una cosa es que la ley impida una expresión, y otra que recibas el repudio de toda la sociedad por tus prejuicios. Es decir, estos señores tienen el derecho a ser xenófobos u homófobos, y decir que prefieren un hijo deforme a uno maricón, y no por ello responder ante ningún tribunal. Al fin y al cabo, todos conocemos a nuestro entorno más cercano a familiares y amigos que dicen barbaridades mucho peores, y no creemos que merezcan ir a juicio. En cambio sí merecen que se repudien sus prejuicios como insultantes, de mal gusto y fundamentalmente injustos. Pero esa labor de pedagogía a veces no es oportuna hacerla, porque rompemos el buen rollo o puede verse como un ataque indirecto a nuestros familiares. Es cada cual en cada situación el que tiene que valorar si merece la pena resaltar algo tan negativo, con quienes compartimos cosas tan positivas.

    Pero todo eso no es ninguna contradicción con la libertad de expresión que tiene un país. Eso depende de la salud democrática y la tolerancia que tiene una sociedad. No es lo mismo verter esos comentarios en una cena de Navidad, que hacerlo en Gran Hermano. Si los propietarios de la productora deciden que no están dispuestos a que se suelten esas ofensas en su medio, a mí me parece bien. Y si la sociedad en su conjunto se escandaliza de verdad, también me parece bien. Pero no me parecería bien que se los metiese en la cárcel por ello.

    De la misma manera me parece bien que a Jimenez Losantos le denieguen publicar en El País, pero que tenga una columna en El Mundo. Y, por supuesto, su libertad de publicar en El Mundo, va pareja a la libertad de otros de criticar su columna, e incluso la libertad de la dirección de El Mundo para despedirlo porque consideren que se ha pasado o va abiertamente en contra de la línea editorial. El problema sería que no tuviera ningún lugar donde hablar (algo sospechoso en una democracia), o que incluso por decirlo en la calle lo encerraran. Eso sería un problema de libertad de expresión (o si lo prefieres, el ejercicio controlado de la misma, si lo que escribiera estuviera prohibido). Entonces la pregunta es: ¿qué sitio les queda a los Chunguitos en este país donde esos insultos sean bien acogidos? Desde luego en mi cena de Navidad no. Y si Telecinco ha decidido que tampoco en su programa, no puedo menos que compartir tal decisión.

    Otra cosa es que Telecinco lo haga por mero oportunismo, por corrección política, por temor a la mala publicidad,... y ese creo que es el caso. Porque si tuvieran la decencia de la que ahora presumen, quizás deberían haber dejado de producir un programa que insulta, denigra y estupidiza a base de bajezas morales, gritos y mala educación. El ejercicio de pedagogía moral está muy bien, pero no es muy creíble cuando te dedicas a humillar a invitados y maleducar a buena parte de su audiencia con cotilleos intrascendentes de patio de vecinos.

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  4. tolerancia es respeto17 de enero de 2015, 4:53

    Lo mismo una imagen de jesucristo sodomizado por el espiritu santo tambien es insultante y humillante para millones de personas no?

    Y si empezamos a estar de acuerdo en que los limites los marca el codigo penal de un pais? Tanto la homofobia como el menoscabo hacia alguien por su condicion religiosa, estan tipificados.

    Da la impresion que ciertas humillaciones se estan dando como "aceptadas" por la ley del embudo (mofarse de un creyente o de un judio es cool porque somos todos superprogres y los creyentes unos analfabetos descerebrados pero mofarse de un gay no es tolerable. No es solo una sociedad hipocrita, sino que ademas es tremendamente intolerante e injusta.

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  5. Yo no estoy de acuerdo en que los límites idoneos los marque el Código Penal, solo me someto a ellos. La sociedad que condena al islamófobo al igual que el homófobo, y que al mismo tiempo impone algunos límites a la libertad de expresión, no la considero hipócrita. Simplemente tienen que establecerse algunos límites. La discrepancia o la hipocresía estará en establecer el límite. A mí un límite razonable para todos me parece que es que se puedan atacar las ideas pero no a las personas, aunque no siempre lo establece así el Código Penal. Si estableciese unos límites para unos, y otros para otros, sería hipocresía. Pero si se trata a todos por igual, no hay embudo que valga. Se puede criticar la religión y hasta la orientación sexual, pero no se puede discriminar en nombre de ella. Hipocresía sería reconocer que se pueden criticar y hacer burla de algunas religiones, pero no de otras, como tanta gente en este país que ahora presumen de defender la libertad de expresión han demostrado en el pasado.

    Y sí, efectivamente, si queremos ser coherentes y respetuosos con la legalidad, y hacemos caso a nuestro código penal, entonces tenemos que reconocer que la mayoría de estas supuestas ofensas no han sido tales según nuestros Tribunales (Ni el famoso "me cago en Dios", ni "la Revelación" de Bassi, ni el Cristo cocinado de Javier Krahe,...ni las de Charlie Habdo en Francia, por cierto). No se puede decir lo mismo de la homofobia que se ha plasmado en casos concretos de agresión o discriminación, condenadas por nuestros tribunales.

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  6. Es lo que tiene la democracia... Que las leyes se apreban en un parlamento por los representantes que elige el pueblo...

    Me resulta curioso que hables de casos concretos que no han sido tipificados como delito en el caso d ofensa al culto de otro y que sin embargo generalices en casos de condena a otras agresiones. Da la sensacion que quieres afirmar que todos los casos de supuesta discriminación a un culto religioso se saldan con una absolucion y el resto no, lo cual es profundamente falso y demagogo puesto que existen numerosos casos de condenas y absoluciones de todos los tipos.

    Al margen de que la ley esta ahi (nos guste o no), para marcar linea, por que esa necesidad de agredir los valores o la moral de otro?

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  7. Bueno no considero necesario mencionar casos que tenemos habitualmente en los periódicos. Si lo que dices es que algunos de esos casos de agresiones homófobas han quedado impunes, puedo darte la razón. Lo mismo que algunos casos de violencia machista que vemos a diario. Pero en proporción hay suficientes condenas. Sin embargo, no creo que haya suficientes condenas por delitos contra los sentimientos religiosos, no al menos los relacionados con publicaciones y libertad de expresión. Otra cosa es que alguien mate o agreda a alguien por su religión. La estadística no la tengo en la mano, pero los casos que han generado este debate, los de Charlie Hebdo y los que se le parecen aquí que podrían ser el Jueves (aunque obviamente no son la misma revista, y puede que sean más cobardes o menos ácidos que sus primos franceses), nunca han terminado con condena. El caso de la famosa portada de los principes ensayando la procreación no se trata del mismo tipo de delito. Los otros casos más famosos que he mencionado tampoco terminaron con condenas. ¿Tú conoces algún otro? No lo estoy escondiendo, es que no los conozco.

    En este link expertos sobre el tema confirman que casi todo lo relacionado con la blasfemia se archiva en este país.
    http://www.europapress.es/nacional/noticia-tribunales-solo-acceden-condenar-blasfemias-cuando-media-discurso-odio-incitacion-violencia-20150111120038.html

    Pero no quiero escurrir el bulto con un argumento de autoridad, es decir, la ley. Los hechos son esos. Otra cosa es que los límites en la ley estén bien puestos y no estemos de acuerdo con ellos. Lo cual es un debate intelectual más rico que la mera aplicación de la ley.

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  8. Con respecto a la lenecesidad de meterse con los demás... repito lo que ya he escrito. Yo no tengo necesidad de dañar a los demás. Pero sí siento la necesidad de relativizar las creencias absolutas, y potencialmente peligrosas de los demás. La religión es una de ellas, quizás no la única, pero sí una importante. El problema es que lo que otros se toman como una blasfemia, penalizada con la muerte en otros países, aquí se puede publicar. Y a mí eso me parece bien.

    La necesidad es derrotar, con argumentos serios, o con humor (que no sé que es más efectivo) el pensamiento totalitario. Si haciéndolo daño los sentimientos de personas que son inocentes, aunque sean seguidores de esas creencias malévolas, no creo que sea yo el que tenga que revisar mis postulados. Si los terroristas se hubiesen acostumbrado a vivir con la crítica y el humor de ver a sus ídolos relativizados, no habrían llegado hasta donde llegaron. Igual que yo, ya no me ofendo cuando me dicen que los Pink Floyd son un tostón y hacen música comercial. Lo he superado.

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  9. solo vamos a estar de acuerdo en la condena a la violencia.

    por lo demas, si me dices que la imagen de la santisima trinidad sodomizandose a si misma y la imagen de una bomba estallando en españa con el rotulo "por lo menos con las bombas en españa se le realzan los pezones a las turistas" (portadas del diario CH), son argumentos serios o maneras humoristicas de derrotar el pensamiento totalitario, no tenemos mucho mas que discutir.

    y no tenemos mas que discutir sobre este asunto porque yo siempre voy a considerar que hacer un comentario (o viñeta) zafio, grosero, impertinente o poco sensible no dirigido a un ámbito privado, sino dirigido hacia un ámbito publico en el que se a a ciencia cierta un colectivo se va sentir ofendido por el mismo, es una provocación. Las imagenes de CH humillando los diferentes cultos religiosos o cachondeandose de las bombas que estallan en españa buscan provocar (no derrotar pensamientos totalitarios...)

    lo de la comparacion con pink floyd es una frivolidad XDDD

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  10. Estaba leyendo vuestro debate cuando casualmente ley esto.
    http://laicismo.org/2014/el-estado-entregara-a-la-iglesia-catolica-mensualmente-mas-de-13-millones-de-euros-durante-2015/116779

    ¿Quien provoca a quien?

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  11. No pasa nada. Yo estaba esperando esos casos que decías que sí existían... pero si no quieres seguir discutiendo lo respeto, algunas veces se llega a un punto muerto. Pero estamos de acuerdo en mucho más como tú mismo indicabas en tu primer comentario, y de lo que discrepamos debería ser secundario a la hora de mostrar el repudio de la violencia. Hago mías las palabras de Chomsky en su último artículo que acabo de leer.

    "La reacción de horror y repulsa en torno al crimen está justificada, como lo está la búsqueda de raíces más profundas, mientras mantenemos algunos principios firmes en nuestra mente. La reacción debería ser completamente independiente de lo que uno piensa de este periódico y de lo que publica. Los canticos apasionados y ubicuos de "Yo soy Charlie", y de ese tipo, no deberían servir para indicar, ni por asomo, cualquier asociación con el periódico, al menos en el contexto de la defensa de la libertad de expresión. Al contrario, deberían subrayar la defensa del derecho a la libertad de expresión sea lo que sea lo que uno piense de los contenidos, incluso si son considerados como odiosos o depravados."

    El original está en http://www.chomsky.info/articles/20150110.htm y la idea es perfectamente coherente, (aunque no necesariamente acertada como tú defiendes, Chomsky no es dios... soy consciente de lo polémica que es) con aquella que expresara hace décadas en múltiples ocasiones: "Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en ella en absoluto"

    También estamos de acuerdo en la necesidad de diferenciar el ámbito privado del público, como acabas de decir en tu último comentario, y yo en anteriores. No quiero que te lleves una impresión equivocada, yo tampoco estaría de acuerdo en entrar en un funeral católico gritando "Dios no existe", ni provocar cuando alguien está afligido por la muerte u otras situaciones similares. Tampoco a nadie se le obliga a ir al quiosco a comprar ninguna revista. Hay sitios para todo. Y el don de la oportunidad, como decía antes, también es importante. Y quizás por eso pueda compartir tu desprecio por esa famosa portada de los pezones franceses, pero para ser honesto hoy han dicho en la tele que lo que pretendía esa portada, no era mofarse de los muertos, sino criticar como las turistas francesas seguían haciendo turismo mientras las bombas explotaban cerca de los comercios... a lo mejor es mentira, no lo sé. Desde luego el dibujo tiene sentido, aunque dudoso don de la oportunidad. Para mí la cosa cambiaría, ya sabes que en estos delitos la intención de ofender (y no solo de criticar) es determinante.

    En cualquier caso, para terminar con otra frivolidad más simpática, tengo un amigo en el trabajo al que prácticamente idolatro, y cuando me lo critican sin justificación, a menudo por mera ignorancia o mangurronería, también siento la irrefrenable tentación de cortarles la libertad de expresión a los deslenguados. :-P El simil puede que también sea frívolo como el de los Pink Floyd, ... pero seguro que éste funeral REAL de uno de los Monty Phyton te gusta más: sería el único en el que me atrevería a cantar alguna provocación atea. https://www.youtube.com/watch?v=r1Wwn0E6oik

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  12. Respondiendo a Anónimo: el tema que planteas no tiene mucho que ver con lo que estamos debatiendo, pero sí también es importante. La separación iglesia estado es otra de esas luchas en las que merece la pena seguir insistiendo, pero la forma teocrática del estado es algo que al menos en principio, ha sido superado en occidente desde hace tiempo. Lo mismo pasa con el debate que he tenido con el otro lector: la libertad de expresión es algo que todas las democracias reflejan, solo difieren en los límites, pero ninguna impide el debate en términos generales ni castigan "lapidariamente"... y sí claro que la separación iglesia estado tiene algo que ver, y la financiación es un tema que merece mi condena. Pero no es el tema principipal del post. Todas esas batallas se han librado y se siguen librando sin mayores problemas.
    Lo que yo planteo es ir a la raíz del mal, de cierta parte del mal. Ese debate no lo oigo en los medios de comunicación, no en los españoles. La corrección política y el miedo a ofender a buenas personas que nunca delinquieron, evita que se hable de unas creencias deplorables (cuando lo son, y en algunas partes lo son) y de la responsabilidad que han tenido y tienen en discriminaciones, asesinatos, y posturas anti-ilustradas en el medio educativo. Ese es el debate que se está secuestrando en la opinión pública, y el que a mi más me motiva.
    El tema de la libertad de expresión, como dije en el artículo, es complicado a la vez que interesante, como hemos visto con los buenos y sensibles argumentos que plantéa el otro lector. Lo mismo con lo que tú planteas. Pero nadie duda en profundizar en esos temas sin que te llamen xenófobo, islamófobo o ateo fanático. Y si es así, es nuestra responsabilidad diferenciarnos de esos fanatismos para poder "predicar" nuestra palabra con la misma normalidad que la religión predica la suya, eliminando lo perjudicial y manteniendo lo benigno, que es justamente lo que le pido a la religión.

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  13. ciencia en contraprestacion a la fe? seguro ?

    Albert Einstein, Pascal y Newton eran creyentes pese a ser 3 de los mayores científicos de la historia. No parece que la ecuación FE = Incultura y retroceso fuese con ellos...

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  14. ¿Científicos religiosos? Claro que sí. En un mundo donde la educación estaba dominada por el clero y donde te desmembraban por ser hereje (los ateos apenas existían), lo raro sería encontrar a cualquier profesional (científico o no) que se declarase ateo. Hoy en día la cosa ha cambiado bastante, aunque sería del todo estúpido afirmar que los creyentes son tontos y los ateos listos. A diferencia de dios, el cociente de inteligencia puede demostrase con cierto grado de fiabilidad, independientemete de las tonterias que cada genio científico pueda creer. Si estos genios triunfaron en el mundo de la ciencia, fue porque estudiaron y practicaron ciencia, al margen de lo que hicieran con sus creencias religiosas. Rafa Nadal es ateo, y sea listo o tonto, su fama se la debe practicar el tenis con profesionalidad, no a su falta de fe.

    Por cierto, Einstein no era creyente, como ya he tratado en post anteriores, se trata de un bulo ampliamente difundido pero fácilmente desmontable.

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